Durante los trabajos de adecuación de la senda «Camí de la Serp-Puig de la Llorença-Cala llebeig«, en noviembre de 2018, se descubrió una cantera de extracción de piedra caliza, probablemente de época romana.
Este material tenía diversos usos, sobre todo en arquitectura, para hacer sillares y dovelas, para hacer canalizaciones hidráulicas o para fabricar piezas para prensas y molinos. Los propios canteros eran los encargados de extraer las piedras que después modelarían.
El trabajo de extracción tenía diversas fases. En primer lugar, se procedía al desbroce y retirada de tierras hasta descubrir el yacimiento. Una vez preparado el frente de cantera, se iniciaba la extracción, que iba de fuera hacia dentro, y de arriba a abajo, formando gradas o terrazas.
En primer lugar, se delimitaba el bloque que se quería extraer marcando el corte con un surco de unos diez centímetros. Sobre esta marca, con un punzón, se hacían los orificios donde se introducían en hilera las cuñas de madera o de hierro. Estas rompían la roca por la presión que ejercían y finalmente, separaban el bloque.
Si se observa con detenimiento se puede ver un bloque marcado que no fue extraído. Las medidas de los bloques estaban normalizadas, en torno al pie romano (unos treinta centímetros) o múltiplos de esta unidad. Una vez separada la pieza, se debía desbastar y dejarla uniforme para que, ya en el taller se le hicieran los últimos retoques según el uso final.
Los distintos frentes de extracción de esta cantera acabaron por configurar estas gradas.